Alarma para ladrones
Al cruzar el umbral de un close cualquiera se llega a una placita donde se encuentra el Museo de los Escritores, pero donde además se puede apreciar en la fachada de una casa esto:
Antiguamente, se utilizaba este "truco" a modo de alarma para ladrones "burglar steps". El propietario de la casa sabía perfectamente dónde estaba el escalón trampa al igual que familiares, amigos e invitados pero si entraba un desconocido no conocería la trampa y al subir la escalera tropezaría, cayendo en ésta y haciendo el ruido suficiente como para alertar a los que allí vivieran.
El problema venía cuando el mismo propietario llegaba a casa con alguna copa extra en el cuerpo, (que era muy a menudo) y entre la oscuridad y la cogorza, no sabía ni él dónde se encontraba su propia alarma y era cuando los vecinos dudaban de si había entrado en la casa un ladrón o si se trataba de un habitual traspié de su vecino.
Heart of Midlothian
En la Royal Mille, a la altura de la Catedral de St. Giles se encuentra en el suelo este corazón tan singular que rompe el ordenado adoquinado de la calle, y es que justo aquí es donde se encontraba antiguamente el Tolbooth (centro administrativo donde se cobraban los impuestos y la cárcel municipal). El pueblo escupía para demostrar su desprecio por tener que pagar los elevados impuestos al ayuntamiento y los presos lo hacían como muestra de desprecio por su condena.
Ésta es una tradición que hoy en día sigue en pie, pero el objetivo no es ni mucho menos el mismo que hace 400 años. Se dice que hay que escupir dentro del corazón para tener suerte, para volver a Edimburgo otra vez en la vida... pero también cuentan que si pasas de largo y pisas sin querer el corazón, jamás encontrarás el amor verdadero.
En el corazón de Midlothian es el único lugar de Edimburgo donde está permitido escupir, y si un policía te descubre haciéndolo en cualquier otro sitio tendrás que pagar una multa de £40.
Ésta es una tradición que hoy en día sigue en pie, pero el objetivo no es ni mucho menos el mismo que hace 400 años. Se dice que hay que escupir dentro del corazón para tener suerte, para volver a Edimburgo otra vez en la vida... pero también cuentan que si pasas de largo y pisas sin querer el corazón, jamás encontrarás el amor verdadero.
En el corazón de Midlothian es el único lugar de Edimburgo donde está permitido escupir, y si un policía te descubre haciéndolo en cualquier otro sitio tendrás que pagar una multa de £40.
Vieja chimenea
"Auld Reekie" o vieja chimenea es el cariñoso apodo de Edimburgo y tiene su origen durante la época victoriana, cuando el carbón era el único combustible que se utilizaba para alimentar las miles de chimeneas que expulsaban continuamente un denso humo que ennegrecía toda la ciudad.
Actualmente el uso de las chimeneas está prohibido, pero la imagen de las casas con decenas de ellas es algo que no pasa desapercibido. Esta foto está tomada en una calle cercana a donde nos alojamos nuestra primera semana en Edimburgo y lo primero que me vino a la cabeza en cuanto la vi, fue la escena del baile de los deshollinadores en la película de Mary Poppins.
Adoquines dorados
En algunos lugares de la Old Town, si bajáis la vista al suelo es posible diferenciar en algunas zonas concretas adoquines que llaman la atención, ya que no son los habituales adoquines de color gris, sino que son dorados.
Y no es que el que los puso se equivocara, los adoquines dorados representan la antigua ubicación de una importante edificación en su día y que hoy ya no está. En la foto que he colgado se puede ver donde acababa la ciudad vieja de Edimburgo hace unos cuantos siglos, o como los locales la llamaban, The World´s End (el fin del mundo) ya que pocos eran los que se atrevían a cruzar sus muros.
Hoy el fin del mundo se encuentra ahí mismo, al sur de High Street en el cruce con St Mary's Street. Si no me creéis aquí tenéis la prueba...
Otro pub, con otra historia :)
"Auld Reekie" o vieja chimenea es el cariñoso apodo de Edimburgo y tiene su origen durante la época victoriana, cuando el carbón era el único combustible que se utilizaba para alimentar las miles de chimeneas que expulsaban continuamente un denso humo que ennegrecía toda la ciudad.
Actualmente el uso de las chimeneas está prohibido, pero la imagen de las casas con decenas de ellas es algo que no pasa desapercibido. Esta foto está tomada en una calle cercana a donde nos alojamos nuestra primera semana en Edimburgo y lo primero que me vino a la cabeza en cuanto la vi, fue la escena del baile de los deshollinadores en la película de Mary Poppins.
En algunos lugares de la Old Town, si bajáis la vista al suelo es posible diferenciar en algunas zonas concretas adoquines que llaman la atención, ya que no son los habituales adoquines de color gris, sino que son dorados.
Y no es que el que los puso se equivocara, los adoquines dorados representan la antigua ubicación de una importante edificación en su día y que hoy ya no está. En la foto que he colgado se puede ver donde acababa la ciudad vieja de Edimburgo hace unos cuantos siglos, o como los locales la llamaban, The World´s End (el fin del mundo) ya que pocos eran los que se atrevían a cruzar sus muros.
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