Edimburgo no deja de sorprendernos con sus historias increíbles y sus más que curiosas anécdotas, aquí van algunas más.
La tumba del aparcamiento 23
¿Sabías que antiguamente existía un cementerio detrás de la Catedral de St. Giles? Este cementerio fue mudado en 1633 y todos sus ocupantes trasladados excepto uno, John Knox.
John Knox, fue un predicador protestante escocés, considerado el padre del presbiterianismo y líder de la reforma protestante en Escocia. Knox pidió explícitamente ser enterrado en el antiguo cementerio de St Giles y que no se le trasladase bajo ningún concepto.
Algunos años después de su muerte, este cementerio fue trasladado pero respetando las últimas voluntades del difunto, dejaron su tumba allí mismo. Aunque no se sabe con exactitud donde se hallan los restos de John Knox, se dice, que se encuentran en el actual aparcamiento de la Plaza del Parlamento, justo bajo la plaza número 23. No hay ninguna placa conmemorativa, ni lápida, nada que indique que se encuentra ahí salvo una corona tallada en la pared de la Catedral de St Giles, justo en frente de esta plaza de aparcamiento. ¿Podrás encontrarla?
IRN BRU. La bebida nacional de Escocia (sin alcohol)
Seguro que caminando por Edimburgo has visto a más de uno y más de dos con una botella de un líquido naranja flúor aparentemente radiactivo. Se trata de Irn bru, una bebida carbonatada que según los escoceses quita la resaca. Y no, no es radiactiva.
La receta exacta del Irn bru, como era de esperar, es secreta y se encuentra bien custodiada en una caja fuerte de un banco suizo. Los únicos conocedores de la receta de este líquido anaranjado son Robin Barr, descendiente del inventor y otra persona que se desconoce quién es.
Un dato curioso de este refresco cuya producción comenzó en 1901 es que careciendo de nombre por aquel entonces, se decidió utilizar el de Iron Brew, algo así como acero fermentado ya que se firmó un contrato con una compañía de aceros, la cual proporcionaba a sus trabajadores este caldo, pues su eslogan era "refresco vigorizante", excluyendo así, la bebida por excelencia de los trabajadores que entonces era la cerveza, la cual ocasionaba múltiples accidentes a diario.
Dejó de producirse en 1942 y tras la Segunda Guerra Mundial volvió al mercado, pero esta vez con un nombre diferente, el actual Irn Bru, ya que al no ser una bebida fermentada la nueva legislación del Gobierno Británico no les permitía utilizar la palabra "brew".
¿Sabías qué? Escocia es el único país del mundo en el que una bebida carbonatada nacional, Irn bru, supera en ventas a Coca-cola.
El parlamento Escocés
Su arquitecto, el español Enric Millares (1955-2000) murió antes de finalizar la construcción del Parlamento (2004), así que nunca supo de lo controvertido de aquel edificio que desde sus inicios, fue deliberadamente criticado, primero por el presupuesto, ya que esta construcción resultó 10 veces más cara de lo que estaba presupuestada y segundo, y que a día de hoy sigue estando en boca tanto de locales como de turistas, es su moderno diseño que nada tiene que ver con el ambiente medieval de Edimburgo.
Por si tienes curiosidad, la entrada es gratuita y se pueden hacer visitas guiadas los lunes, viernes, sábados y festivos. También dispone de cafetería, tienda de recuerdos y exposiciones temporales, todo ello disponible cualquier día de la semana.
El reloj del Hotel Balmoral
Otra de las curiosidades de Edimburgo que nos encanta es el reloj del Hotel Balmoral.
Seguro que te ha llamado la atención, que lo has mirado desde varios puntos de la ciudad y seguro que aparece en alguna de las fotografías que has hecho desde Calton Hill, el mejor mirador del centro de la ciudad, pero igual no te has dado cuenta de un pequeño detalle. Este lujoso establecimiento, guarda muchas historias de todo tipo, pero el protagonista de esta es su reloj. El hotel, que originalmente no era el Balmoral, sino el North British Station Hotel, tiene en la parte superior de su fachada un reloj que desde 1902 va 3 minutos adelantado, si, si, 3 minutos.
¿Por qué?
Se trata de una tradición centenaria, la gerencia del hotel deseaba prestar el mejor de sus servicios y uno de ellos era asegurarse que sus clientes, así como pasajeros y apurados viajeros, no perdieran su tren en la vecina estación de tren Waverley.
Así que, pensaron que dándoles tres minutos extra, habría tiempo suficiente para que los más rezagados pudieran comprar con tiempo sus boletos, llegar a su tren y descargar su equipaje antes de que el jefe de estación hiciera sonar su silbato.
Este desfase se mantiene todos los días del año excepto uno. La noche del 31 de diciembre, para el Hogmanay, la torre del reloj recibe la visita de un ingeniero que ajusta las manecillas del reloj para que marque la hora exacta durante las campanadas de medianoche, después, vuelve a adelantarse esos 3 minutos.
Otra curiosidad que guarda este hotel es que en una de sus suites J.K. Rowling terminó el último libro de su famosa saga Harry Potter. Esta suite lleva su nombre y te puedes alojar en ella durante tu estancia en Edimburgo, aunque barato no es, no obstante, si tienes curiosidad aquí abajo puedes ver el precio. Elige Suite clásica y si finalmente te decides a reservar, no olvides poner en comentarios que quieres la Suite J.K. Rowling.
Si te perdiste las otras entradas de curiosidades de Edimburgo, aquí puedes descubrirlas:
No hay comentarios:
Publicar un comentario