"Sangriento Mackenzie" Fenómenos paranormales en Edimburgo

Me gustaría empezar diciendo que las historias que cuento aquí, en mi blog, son todas reales, no puedo demostrarlo 100% porque no he estado ahí en el momento en que han ocurrido pero son historias que están documentadas y que para poder contarlas bien, consulto varias fuentes y las contrasto. Habrán historias que cuesten de creer, respeto muchísimo a los escépticos, yo personalmente me considero una persona creyente (cada cual con su locura, o no) y creo que hay un mundo paralelo a este, donde vamos a parar todos algún día, y de donde algunos pueden salir y pasearse por el nuestro para hacernos alguna que otra visita, es algo con lo que disfruto pensando y que además me permite disfrutar, aún más si cabe, de los oscuros misterios y tradiciones locales, que además en este caso, vienen acompañados de algunos retorcidos hechos registrados. 

Aquí en Edimburgo, no sólo son las historias antiguas las que se cuentan, sino que las hay recientes y todas ellas se estudian y contrastan con detenimiento en la Unidad Koestler de Parapsicología (KPU) en la Universidad de Edimburgo. Así que si hay alguien a quien le interese este tema, ya sabe que en esta universidad puede estudiar una Cátedra en Parapsicología.

Según parece, existen tres niveles diferenciados de fenómenos paranormales:

     Nivel 1: Se escuchan cosas.
     Nivel 2: Se escuchan y se ven cosas.
     Nivel 3: Se escuchan, se ven y se sienten cosas.

En Edimburgo, hay lugares en los que se registran fenómenos de nivel 3, uno de ellos se encuentra en el cementerio de Greyfriars.

Cuenta la historia que George MacKenzie fue abogado del rey y juez de la ciudad de Edimburgo durante sus días, allá por el siglo XVII aunque es conocido particularmente por los juicios a los Covenanters (un movimiento de escoceses presbiterianos que trataban de defender su religión oponiéndose a la reforma del "Libro de Orden Común" implantado por Carlos I) aquí enlazo brevemente otra historia que me hizo mucha gracia y que se llevó a cabo en la Catedral de St. Giles.

Esta historia data de la época del reinado de Carlos I, este rey creyéndose tan poderoso e influyente hizo cambiar el libro religioso por otro, para que en lugar de rezar a Dios se le rezara a él. Pero un domingo del verano de 1637, cuando el arzobispo estaba recitando el nuevo libro de oraciones, Jenny Geddes, una joven escocesa llena de indignación le arrojó el taburete sobre el que estaba sentada a la cabeza del arzobispo y éste le respondió de la misma manera aunque el taburete voló por encima de la cabeza de Jenny y de dio a otra persona estallando así una gran guerra de sillas. Los disturbios llegaron a la Alianza Nacional que influyó en la primera parte de las Guerras de los Tres Reinos y a continuación en la Guerra Civil Inglesa.
En 1707 se firmó la fusión del Parlamento de Escocia con el Parlamento de Inglaterra, creando así, el Reino de Gran Bretaña.

Retomando la historia que había empezado, George MacKenzie se encargó de buscar a los firmantes del pacto nacional en 1683, "el Pacto de los Covenanters" y encerrarles en una cárcel situada en el mismo cementerio. Se dice que fueron al menos un millar de Covenanters, de los cuales muchos fueron llevados en barco a las Américas para ser vendidos como esclavos (fracasando "el negocio" ya que el barco naufragaría cerca de la costa británica muriendo ahogados todos los ocupantes) y que fueron encarcelados poco más de un centenar, los cuales fueron torturados y llevados a la muerte. La dedicación de MacKenzie con sus ejecuciones  fue tal que se ganó el honorífico título de Bloody Mackenzie (Sangriento Mackenzie).

Cuando Mackenzie murió en 1691 fue enterrado en Greyfriars, el mismo cementerio en el cual se llevaron a cabo las ejecuciones. Y allí mismo, a la vuelta de la esquina de lo que fue la cárcel de los Covenanters se encuentra su mausoleo.

Es aquí donde se pone interesante, cuando a finales de la década de los '90, en una fría noche de invierno, un vagabundo fue a refugiarse al mausoleo de Mackenzie, con tan mala suerte que entre la oscuridad y la más que probable embriaguez del hombre, éste cayó por las escaleras de su interior y fue a parar la tumba donde reposaban los restos. El hombre huyó despavorido pero ya era demasiado tarde, el espíritu de Mackenzie había despertado! Desde aquella noche empezaron a pasar cosas extrañas.

Hay quien dice que se siente mal, que tiene una sensación extraña... Justo aquí, es donde se encontraban las celdas de los antiguos prisioneros y como veis la zona está cerrada así como el mausoleo y es que las autoridades decidieron cerrar el lugar porque algunos visitantes han llegado a sufrir daños físicos tales como arañazos o magulladuras inexplicablemente.

Éste es el lugar en el que los estudios han confirmado el nivel 3 de fenómenos paranormales donde se escuchan, se ven y se sienten cosas. Y aunque está cerrado al público es posible acceder al interior mediante un tour al que previamente se debe firmar un papel en el que accedes bajo tu propia responsabilidad. ¿Os atrevéis a entrar?

Y.. os atrevéis a dormir justo al lado de este lugar?? Podéis alojaros en el apartamento Candlemaker Old Town y cocinar con vistas al cementerio, ya que sus paredes lindan con éste. Toda una experiencia!