Alquilamos un coche y tras la tensión de conducir por primera vez por la izquierda, con el tráfico de un viernes a las 8:30am y lloviendo, llegamos al punto de reunión donde nos reunimos con el resto de participantes de la expedición. A las 9:00am partíamos un pequeño grupo al que posteriormente se sumaría el resto.
Si no te atreves a conducir por la izquierda (algo muy estresante, por cierto) desde Edimburgo salen excursiones al Lago Ness y las Highlands y también al Lago Ness, Highlands e Inverness que son excursiones de un sólo día con guía en español en las que ves lo principal y están muy bien 😏
Luego haciendo alguna que otra paradita, conseguimos llegar a Durness, después de hacer unos 120 km por un camino de un sólo carril en el que tenías que apartarte si venía un coche en sentido contrario, e ir esquivando las ovejas que nos íbamos encontrando por el camino. (En esta foto, más gráfico imposible).
Esa noche nos fuimos pronto a dormir ya que estaba muy nublado y llovía, así que imposible ir a contemplar la aurora.
A la mañana siguiente, y con las pilas cargadas después de un desayuno típico escocés con bacon, huevos, salchichas.. bueno menjor lo enseño
Al parecer ya existía en la época preglaciar como efecto de la erosión marina, la glaciación posterior y el hielo la trabajaron, esculpiendo poco a poco la roca caliza y aumentando las dimensiones de ésta. Ha sido refugio de pescadores y zona de reparación de naves desde la época de los vikingos y al parecer se han encontrado restos de todo tipo. La verdad es que no tiene desperdicio, lamentablemente no pudimos verla en su totalidad ya que a causa de la lluvía del día anterior su cascada interior bajaba con mucha fuerza y no pudimos coger el bote y navegar por su corazón.
Después de la visita a la cueva y de hacernos mil fotos, por no decir dos mil, incluida la foto de grupo
nos dirigimos hacia los acantilados para admirar las vistas hacia el mar del norte, impresionante la verdad sobre todo el viento que corría, te podías poner de espaldas a él y dejarte caer con la confianza que no ibas a tocar tierra. Lugar 100% recomendable para sumergirse en lo más profundo de tus pensamientos y permanecer allí sin pensar en nada más que en la inmensidad del oceáno.
Por la tarde, fuimos a ver la playa, lugar donde nos volveríamos a reunir todos por la noche para contemplar la aurora boreal. La playa magnífica también, y con gran diferencia de desnivel de agua, ya que podía apreciarse que había marea baja cuando la visitamos. En esta playa vimos dos focas juguetonas que no paraban de asormarse en el agua, muy graciosas, nos reimos mucho, parecía que te decían hola!! ahora estoy, ahora no jiji hola! muy bueno, que risa! Además, una playa perfecta para plantar la sombrilla donde quieras, si no te vuela antes claro!
Y por la noche, después de cenar y tomar algo calentito, permanecimos aquí hasta las 2:00am desilusionados, porque las grafícas mostraban que estaba habiendo una gran tormenta solar y los pocos claros que se disipaban en cielo, tan solo nos enseñaron un leve resplandor verde. Una lástima.
A la mañana siguiente empezamos el viaje de regreso a Edimburgo, esta vez viendo el paisaje que nos perdimos en el camino de ida, por ser de noche, y recordando las anécdotas del fin de semana, como por ejemplo "el conejo suicida" que intentó suicidarse bajo nuestro coche todas las veces que pasamos por una carretera, es decir, unas diez veces? era el camino que hacíamos para ir al B&B, al resturante, a la cueva...
Aquí dejo alguna foto de los paisajes que vimos a la vuelta.
Maldito conejo suicida... casi nos la lía la primera vez que se nos cruzó xDDD
ResponderEliminarQUE PRECIOSIDAD ME ENCANTA
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