La entrada de hoy va de cementerios, en Edimburgo hay varios cementerios muy populares por sus residentes, por la armonía que se respira, sus vistas... pero también por sus historias. Hoy contaré cositas del cementerio Old Calton.
El cementerio de Old Calton se encuentra ubicado en la colina de Calton. Cuando se estableció allí, en 1718, la zona era tranquila y poco transitada pero con el paso de los años y tras la construcción de Waterloo Place, en 1819 se modificó, tuvo que construirse una carretera que pasaría justo por el mismo cementerio, así que, tuvieron que exhumar los cadáveres que se encontraban a su paso y llevarlos al interior de lo que quedó como cementerio. Los cuerpos tuvieron que ser recolocados en los pasillos del cementerio por falta de espacio. Empezaron a enterrarse a seis pies de profundidad, hasta que se llenó y tuvieron que realizar una especie de lasaña de muertos, enterrando a otro grupo de muertos a cuatro pies y luego a dos pies. El problema apareció con las primeras lluvias y es que hubieron movimientos de tierra, ésta empezó a bajar y junto a ella los restos de huesos que arrastraba a su paso, así que para evitar que con la lluvia hubieran avalanchas de cadáveres se colocaron unas telas de arpillera que cubrieron con arena, aunque parece ser que a día de hoy no es demasiado eficaz. En esta foto se aprecia la tela a través del camino.
En este cementerio se pueden visitar las tumbas y mausoleos de personajes
tan ilustres en la historia como por ejemplo David Hume o el editor William
Blackwood.
David Hume fue una de las figuras más importantes de la filosofía occidental y de la Ilustración escocesa. Dice la leyenda que el día de su muerte, sus compañeros de la logia masónica entraron en el mausoleo y organizaron una celebración con fuegos artificiales (su mausoleo carece de techo). Desde la ciudad y de noche, ver cómo subían los cohetes y la luz que surgía desde el cementerio dio motivo a comentarios de los habitantes que llegaron a pensar que ni a David Hume respetaban los fantasmas del lugar.
Una curiosidad es que él mismo escribió su epitafio: "Born 1711, Died -". "Leaving it to posterity to add the rest" (Nació en 1711, murió en -. Dejo a la posteridad añadir el resto).
En la
Royal Mile hay una escultura suya a la que los estudiantes,
en época de exámenes, se acercan y le tocan el dedo gordo del pie para tener
suerte.
Además del homenaje a Hume hay un enorme obelisco dedicado a Thomas Hamilton y un monumento a los soldados Escoceses-Americanos con una estatua de bronce de Abraham Lincoln. Único monumento a la Guerra Civil Americana en Escocia y
fuera de América. Y la primera estatua a un presidente Americano en
cualquier otro país fuera de los EEUU.
David Hume fue una de las figuras más importantes de la filosofía occidental y de la Ilustración escocesa. Dice la leyenda que el día de su muerte, sus compañeros de la logia masónica entraron en el mausoleo y organizaron una celebración con fuegos artificiales (su mausoleo carece de techo). Desde la ciudad y de noche, ver cómo subían los cohetes y la luz que surgía desde el cementerio dio motivo a comentarios de los habitantes que llegaron a pensar que ni a David Hume respetaban los fantasmas del lugar.
Una curiosidad es que él mismo escribió su epitafio: "Born 1711, Died -". "Leaving it to posterity to add the rest" (Nació en 1711, murió en -. Dejo a la posteridad añadir el resto).
Esta historia y muchas más te las contarán in situ, en el cementerio Old Calton, durante la noche, si te apuntas al free tour de los fantasmas de Edimburgo, una experiencia que no debes dejar pasar.
Los pelos de punta!! Espeluznante !!
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