La mañana de este domingo, que por suerte ha sido soleada, nos a permitido ir a explorar la pequeña isla de Cramond, ubicada en el Fiordo de Forth en la costa este de Escocia, cerca de Edimburgo.
La isla es pequeñita, tiene una longitud de 540 m, cubre una superficie de 7,7 ha y actualmente está deshabitada. La peculiaridad de la visita es que puede hacerse a pie y es que cuando baja la marea es posible caminar por el fondo del mar y llegar hasta ella (Isla Mareal). Hay una especie de pasarela que comunica ambos extremos y que es bastante cómoda para cruzar aunque no se construyó precisamente para este fin. La pasarela protege una antigua tubería construida para las comunicaciones con tierra durante la segunda guerra mundial
Es una visita en la cual se ha de tener una buena previsión del horario de las mareas, ya que si no se tiene posiblemente quedes atrapado en la isla unas cuantas horas a la espera de que vuelva a bajar la marea. (La marea sube y baja varias veces al día y muy rápidamente además cubre totalmente esta pasarela que se halla a unos centímetros de altura). Hay un panel informativo y un cartel que indica las horas de las mareas ya que éstas cambian continuamente y no siempre coincide a las mismas horas; también hay una página web donde realizar la consulta:
http://www.pol.ac.uk/ntslf/tides/?port=0034
La distancia que hay que recorrer entre costas es de una milla aproximadamente, es decir 1,5 km. Y de camino hasta la isla, a la derecha se encuentra una hilera de unos grandes bloques de hormigón que forman una barrera y que fue construida en la segunda guerra mundial como protección para que en marea alta no pudieran cruzar los submarinos del enemigo.
Nada más llegar se puede ver restos de estructuras y edificios militares que se utilizaron durante la segunda guerra mundial,
cuando este terreno se usó como punto estratégico para la defensa del
Firth of Forth. En alguno de ellos, a pesar de que hay advertencias de su peligrosidad es posible acceder como por ejemplo un nido para una ametralladora de 75mm, que si observáis en la foto se pueden ver en el suelo los anclajes.
Más allá de todo esto, subiendo a la cima hemos descubierto un pequeño bosque en el cual, por supuesto, nos hemos adentrado y donde ha habido momentos en que nos hemos jugado el tipo ya que el terreno estaba muy fangoso y prácticamente íbamos patinando, aunque al final ha valido la pena.
Y en las entrañas de este bosque, medio escondida, nos hemos encontrado con esto, unas ruinas de una granja de piedra que aparece en un mapa de la Ordnance Survey
de 1853, pero que podría ser considerablemente más antigua. Esta granja
se mantuvo habitada hasta la década de 1930 y las ovejas se mantuvieron
en la isla hasta la década de 1960.
Al cruzar el bosque, se llega a la costa opuesta de la isla, por ahí nos hemos dado un vuelta buscando conchas, mejillones (que estaba plagado) y demás piedras bonitas. Destacar (ya que habían muchas conchas enormes) que antiguamente la isla fue muy famosa por sus criaderos de ostras, actualmente desaparecidos debido a la sobreexplotación.
Y esta ha sido nuestra mañana de domingo, no nos hemos entretenido mucho ya
que la marea empezaba a subir y más vale prevenir que.. mojarse los pies!
Esta imagen muestra como va subiendo la marea y como va desapareciendo el
camino.
Espero que os haya gustado. A continuación dejo alguna que otra foto que hemos hecho por la isla.